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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”

martes, agosto 17, 2010

Malos días y espacios virtuales








Hoy estoy en un mal día. Es uno de esos días en que todo sale mal, todo va a "contrapelo", sacando chispas al frotar la realidad con lo que uno desearía que esa realidad fuese. Es difícil tratar de cambiar este tipo de día. Cuanto más te esfuerzas en mejorarlo, más te hundes en los problemas, como arena movediza. Y llueven los golpes, desde los seis puntos cardinales; te esquivas uno apenas y recibes dos impactos, ganchos potentes a una mejilla y a la otra, sin siquiera darte tiempo a ponerla tú mismo. Entonces cierras los ojos, ves estrellas y es cuando tropiezas y caes. Dan ganas de no levantarse, quedarse allí en el suelo, quietito, para que la mala suerte, el infortunio, el error, la derrota, la sorna y el desdén no volteen a verte (estas entidades invisibles nunca miran hacia abajo, son presencias que sólo saben mirar derecho a tus ojos) y así poder ir pasando este mal día. En estos días, sólo los espejos son un oasis, mostrándote el mundo paralelo que transcurre en silenciosa paz en su dimensión interna virtual, pura y cristalina. Ciertos seres mágicos, livianos, luminosos, puros y etéreos pueden atravesar el cristal de los espejos cuantas veces quieran, para ir de un mundo a otro según les convenga y así salirse de un mal día. Lo intento y veo que no puedo. Y me quedo quietito, esperando la noche para que acabe con este día...


1 comentario:

  1. Ese mundo paralelo en el espejo, nos devuelve a cada persona el reflejo de nuestros propios pensamientos -aunque se vean borrosos- nos trae en cada destello de luz la realidad para contemplarla de frente. Alguien me dijo que la única manera de encarar esos malos días es lo que hace la diferencia para que se volatice el vaho sobre el espejo.

    Muy interesante tu reflexión, Manuelito, me fascinó, tiene mucha filosofía y ese toquecito tierno la hace exquisita. Las fotos encajan perfecto al texto.

    Hay días bajos, sí que los hay, pero sólo son antesala a días llenos de sol y calor.

    Un fuerte abrazo mi querido amigo.
    ¡ánimo, ánimo!

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