TEMA ESPINOSO
La educación y la necesidad de solventar los estudios de la población como una responsabilidad del estado no tiene mayor sentido, salvo en un estado donde los educandos retornen el gasto que ha realizado ese estado, oportunamente. Esto sucede o más bien sucedía, en un estado socialista o comunista, donde no existe la empresa privada. De lo contrario, el estado está solventando la capacitación técnica de los empleados que las empresas privadas necesitan. Paso a explicarme: ¿de qué sirve educar a una persona a lo largo de costosos años para que ésta, una vez adquiridos los conocimientos, pase luego a ser empleada de una empresa privada orientada a obtener ganancias (lucro) para cierto grupo propietario, exclusivamente? En la empresa privada, consecuentemente, el objetivo de su personal y equipos, es contribuir a generar lucro para la empresa y sus dueños privados que incluso, no necesariamente son ciudadanos del país en cuestión o ni siquiera viven en ese territorio. Por ejemplo tomemos el caso de un equipo de profesionales (graduados en universidades del estado o que hayan pagado ellos -sus padres generalmente- su carrera) que son contratados por una empresa privada para, entre otras cosas, reducir costos eliminando personal, mejorando así la eficiencia de la empresa, reduciendo empleos. Introducen nuevas tecnologías eliminando posiciones que dejan de ser necesarias; aumentan con todas esas "mejoras" los márgenes de los productos que la empresa comercializa no trasladando ni un centavo de ese beneficio a reducir los precios al público haciéndolos más económicos y accesibles, ni tampoco mejorando los salarios. En lo único que se usa la mejora en rentabilidad obtenida es en aumentar sus “bonos” y “remitir” buenas ganancias a sus dueños o socios locales o a su casa matriz, ya sea en USA, Francia, UK, España, China, Japón, Rusia, etc. si se cuadra. ¿Dónde está y cuándo se produce el retorno de los gastos de educación al estado?
Esto aún es peor cuando el educando emigra a otro país trasladado por la empresa privada. Entonces, ¿por qué no dejar que las empresas creen sus propias universidades si quieren tener empleados calificados? Dejemos para el estado solo la instrucción básica y las carreras humanistas. Que el estado gaste en mejorar sus ciudadanos, no a las empresas. Hagámonos cargo del arte, del Derecho, de la filosofía, las letras, la música, las matemáticas, lo que mejore nuestros ciudadanos, lo que nos enseñe a razonar, a entender y entonces sí estaremos construyendo una sociedad mejor. O al menos orientemos la educación pagada por el estado a comprender y desarrollar medios técnicos de producción, para poder participar en nuevos mercados, introducir mejoras tecnológicas en nuestro medio, crear nuevas manufacturas, nuevas fuentes de trabajo "productivo" no consumista. Sé que lo que aquí planteo generará cuestionamientos, discrepancias, mil preguntas y muchas "dificultades técnicas". Pero todas las preguntas pueden ser contestadas y las "dificultades" superadas una a una. Lo importante es trabajar en ello todos juntos.
¿Cuánto gasta el estado en educación superior, totalmente orientada al consumo y la dependencia, que luego es usada para fines privados, con fines de lucro personal de corporaciones o empresas extranjeras, con poco o ningún retorno para el país? Los graves problemas financieros que están enfrentando muchos países, están agravados, o mejor dicho incluyen el componente de este gasto de educación del estado, que las empresas privadas usufructúan, sin costo para ellas. Mientras tanto las sociedades, sus individuos, sus familias, son afectadas por el enorme costo de la educación privada en los países que la tienen y que cada vez son más. Agravado por el abuso que ejercen ahora estas empresas privadas, que, aprovechando la enorme disponibilidad de profesionales causada por el desempleo que existe en casi todo el mundo, pagan sueldos miserables y ofensivos a los profesionales, para seguir incrementando así sus ya obscenas ganancias. ¿Por qué no dejar entonces, que las empresas que necesiten profesionales, paguen por su formación? ¿Por qué no solicitar la devolución al estado, o a quienes hayan pagado esa educación, del equivalente gastado en la educación de cada individuo que las empresas contratan? Además agregaría ¿por qué no condicionar las remesas -sus ganancias- que las empresas envían al exterior a sus casas matrices, a lo que esas empresas hayan contribuido al país, en educación, vivienda, sanidad, ecología, control de polución, desarrollo técnico, etc.?
Estas dos cosas ayudarían mucho a balancear la situación paradójica que estamos viviendo en la economía global y en el estado de las naciones hoy en día: países quebrados, destruidos económicamente, empobrecidos los estados y sus pueblos mientras que las empresas que en estos países quebrados existen, en su mayoría operando a escala internacional, se enriquecen más cada día, aumentan sus márgenes de ganancia -su lucro- a escalas que en el pasado se considerarían de usura, como lo es el caso de beneficios obtenidos por la banca en general.
La educación y la necesidad de solventar los estudios de la población como una responsabilidad del estado no tiene mayor sentido, salvo en un estado donde los educandos retornen el gasto que ha realizado ese estado, oportunamente. Esto sucede o más bien sucedía, en un estado socialista o comunista, donde no existe la empresa privada. De lo contrario, el estado está solventando la capacitación técnica de los empleados que las empresas privadas necesitan. Paso a explicarme: ¿de qué sirve educar a una persona a lo largo de costosos años para que ésta, una vez adquiridos los conocimientos, pase luego a ser empleada de una empresa privada orientada a obtener ganancias (lucro) para cierto grupo propietario, exclusivamente? En la empresa privada, consecuentemente, el objetivo de su personal y equipos, es contribuir a generar lucro para la empresa y sus dueños privados que incluso, no necesariamente son ciudadanos del país en cuestión o ni siquiera viven en ese territorio. Por ejemplo tomemos el caso de un equipo de profesionales (graduados en universidades del estado o que hayan pagado ellos -sus padres generalmente- su carrera) que son contratados por una empresa privada para, entre otras cosas, reducir costos eliminando personal, mejorando así la eficiencia de la empresa, reduciendo empleos. Introducen nuevas tecnologías eliminando posiciones que dejan de ser necesarias; aumentan con todas esas "mejoras" los márgenes de los productos que la empresa comercializa no trasladando ni un centavo de ese beneficio a reducir los precios al público haciéndolos más económicos y accesibles, ni tampoco mejorando los salarios. En lo único que se usa la mejora en rentabilidad obtenida es en aumentar sus “bonos” y “remitir” buenas ganancias a sus dueños o socios locales o a su casa matriz, ya sea en USA, Francia, UK, España, China, Japón, Rusia, etc. si se cuadra. ¿Dónde está y cuándo se produce el retorno de los gastos de educación al estado?
Esto aún es peor cuando el educando emigra a otro país trasladado por la empresa privada. Entonces, ¿por qué no dejar que las empresas creen sus propias universidades si quieren tener empleados calificados? Dejemos para el estado solo la instrucción básica y las carreras humanistas. Que el estado gaste en mejorar sus ciudadanos, no a las empresas. Hagámonos cargo del arte, del Derecho, de la filosofía, las letras, la música, las matemáticas, lo que mejore nuestros ciudadanos, lo que nos enseñe a razonar, a entender y entonces sí estaremos construyendo una sociedad mejor. O al menos orientemos la educación pagada por el estado a comprender y desarrollar medios técnicos de producción, para poder participar en nuevos mercados, introducir mejoras tecnológicas en nuestro medio, crear nuevas manufacturas, nuevas fuentes de trabajo "productivo" no consumista. Sé que lo que aquí planteo generará cuestionamientos, discrepancias, mil preguntas y muchas "dificultades técnicas". Pero todas las preguntas pueden ser contestadas y las "dificultades" superadas una a una. Lo importante es trabajar en ello todos juntos.
¿Cuánto gasta el estado en educación superior, totalmente orientada al consumo y la dependencia, que luego es usada para fines privados, con fines de lucro personal de corporaciones o empresas extranjeras, con poco o ningún retorno para el país? Los graves problemas financieros que están enfrentando muchos países, están agravados, o mejor dicho incluyen el componente de este gasto de educación del estado, que las empresas privadas usufructúan, sin costo para ellas. Mientras tanto las sociedades, sus individuos, sus familias, son afectadas por el enorme costo de la educación privada en los países que la tienen y que cada vez son más. Agravado por el abuso que ejercen ahora estas empresas privadas, que, aprovechando la enorme disponibilidad de profesionales causada por el desempleo que existe en casi todo el mundo, pagan sueldos miserables y ofensivos a los profesionales, para seguir incrementando así sus ya obscenas ganancias. ¿Por qué no dejar entonces, que las empresas que necesiten profesionales, paguen por su formación? ¿Por qué no solicitar la devolución al estado, o a quienes hayan pagado esa educación, del equivalente gastado en la educación de cada individuo que las empresas contratan? Además agregaría ¿por qué no condicionar las remesas -sus ganancias- que las empresas envían al exterior a sus casas matrices, a lo que esas empresas hayan contribuido al país, en educación, vivienda, sanidad, ecología, control de polución, desarrollo técnico, etc.?
Estas dos cosas ayudarían mucho a balancear la situación paradójica que estamos viviendo en la economía global y en el estado de las naciones hoy en día: países quebrados, destruidos económicamente, empobrecidos los estados y sus pueblos mientras que las empresas que en estos países quebrados existen, en su mayoría operando a escala internacional, se enriquecen más cada día, aumentan sus márgenes de ganancia -su lucro- a escalas que en el pasado se considerarían de usura, como lo es el caso de beneficios obtenidos por la banca en general.
Manuel Ameneiros
México - Abril 2013
(Publicado en "Orizont Literar Contemporan" Marzo-Abril 2013, revista rumana intercultural independiente Director: Mihai Cantuniari, Redactor Jefe: Daniel Dragomirescu. http://contemporaryhorizon.blogspot.com )
Algo así ocurre en el fútbol con los jugadores de la cantera, derechos de formación, les llaman. El que lo quiera fichar paga por su formación como jugador. La idea es buena, lo único, es que no veo yo a las empresas pagando por algo que no es obligatorio para nadie, que es estudios superiores, en cuanto a la enseñanza obligatoria, el estado tiene que darla a todos y de forma gratuita, de todas formas algo de los contratos en empresas extranjeras, si podría ir a las arcas educativas. Un abrazo
ResponderEliminar¿Seguro que es "gratuita", releante?
Eliminar¿Cuánto gasta tu país, qué % del PIB, para educación? No sale de donaciones de Bill Gates... Sale de impuestos.
¿Cuánto se gasta en educación privada en aquellos países que la estatal es mala o casi inexistente?
Abrazos totales.
Comparto en líneas generales tu preocupación por el tema. Se trata de una constatación empírica incontrastable.
ResponderEliminarSin embargo, yo sigo sosteniendo los principios Varelianos de laicidad, gratuidad y obligatoriedad de la educación a todos los niveles. De lo contrario, si las empresas privadas creasen sus propias universidades, seguramente mucho más de la mitad de la población de un país no podría acceder a la educación dados los altos costos que significa educarse privadamente. Claro, otro tema es el del retorno a la sociedad de lo que el Estado invirtió en educar a sus ciudadanos. Este es otro delicado tema. Quizás su respuesta esté en exigir al egresado una equis cantidad de tiempo trabajando al servicio del Estado y este último al servicio del bienestar general. Quizás también esté en efectuar un control y ponerle algún coto a las universidades privadas para que sus egresados contribuyan de alguna manera a generar ideas o políticas que favorezcan el desarrollo de los países. No sé, es lo primero que se me ocurre pero es un tema para pensarlo mucho ya que tiene muchas afiladas puntas.
Precisamente Jaime, que sean financiadas por las empresas privadas pero gratuitas para sus alumnos. Es decir, que las sostengan las empresas privadas. Y que el acceso a ellas sea controlado por el estado, por examen. Que ingresen los mejores calificados en ese examen. Los mejores dotados. El resto que vaya a universidades técnicas, en algunos sitios llamadas "escuelas industriales", a aprender profesiones "manuales" digamos. Como carpintería, construcción, mecánica, enfermería, laboratoristas, etc. Es decir, mano de obra súper calificada. También pagada por las empresas que van a usar esa mano de obra, incluyendo las empresas estatales. Todo esto dicho a título de ejemplo o idea. Seguro habrá otras ideas mejores.
EliminarPerdona, pero el anónimo que antecede es mío, de Jaime. Me olvidé de firmarlo en su momento.
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