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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”

miércoles, marzo 20, 2013

Humillando a un árbol... - Humiliating a tree... Parque del Fraccionamiento "La Virgen" en Metepec, Estado de México.


El Fraccionamiento "la Virgen" tiene un hermoso parque. Hasta con una capilla muy acogedora, entre los árboles, que atrae gente de otras zonas a atender sus diversos servicios. Tiene paz el parque.


Desde un extremo al otro hay frondosos y añejos árboles de variadas especies, hay césped, donde juegan los niños, corren los perros con sus amos, una vereda perimetral donde caminantes hacen su ejercicio diario, donde jóvenes y ancianos pasean.




Es acogedor en invierno y en verano. Ahora su césped está quemado, al final del invierno. Pero sus árboles están reverdeciendo. Eterno ciclo de renovación de la naturaleza.



El parque tiene una glorieta...


Juegos para los niños...



Bancas para leer, meditar, tomar sol, descansar después de la caminata, como hago yo...












Al llegar al otro extremo del parque, hay un rincón agradabilísimo, donde está la "casita" de los jardineros y un grupo de árboles con arbustos, agaves, flores, frutales, incluyendo el eucalipto más añejo, el árbol más viejo del parque, el más alto, el más frondoso, el que sus hojas son las que más susurran los días de viento, el que protege más aves en sus ramas. Tal vez el más noble, más fuerte, con un tronco bien desarrollado, erguido recto hacia el cielo, sintiendo la presencia del Xinancátl que se ve en todo su esplendor desde la copa del viejo eucalipto, lleno de salud.




Pero qué desagradable sorpresa la de hoy... El patriarca del parque está siendo "podado". Alguien decretó que era peligroso (un día de viento se rompió una de sus ramas) y están cumpliendo la sentencia de "podarlo".
¡Qué tristeza verlo así! Nadie que lo proteja. 
Sólo, abandonado a las manos y máquinas de los podadores...
¿Es que a alguien le ha hecho daño??? 
¿Acaso a ofendido a los vecinos con su silencio majestuoso? 
¿Es que acaso nadie más ve su sufrimiento?




¿Qué nos está pasando? ¿Por qué esta masacre? ¿Quién tiene el poder de decretar semejante crimen a la naturaleza? ¿A quién ha molestado este árbol?
 ¿No habrá una "comisión de derechos del árbol" para que lo defienda y proteja?




¿No es triste ver sus brazos cortados, descuartizado, sus restos apilados junto a él?



Hasta sus restos, los trozos de sus ramas, siguen siendo bellos...




¡Pero qué tristeza, Señor!



Miren su robusto y firme tronco. No creo que haya peligro de que se desplome...




Y miren lo que va quedando de su esbelto cuerpo, de su fronda... El horror, el horror...












Así quedó lo que fue el más bello rincón del parque del Fraccionamiento "La Virgen" y del eucalipto más hermoso, esbelto, robusto y añejo de la zona.






Sé que con su fortaleza va a sobrevivir. Pero ya no será lo mismo. 
Fuerza, hermano...


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