.
.
“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
.
Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”
Veo y vuelvo a ver las fotos y no sabes cómo me salta el corazón. La lluvia ¡ay! la lluvia, la amo, me eleva, calma mi espíritu, mi alma se recrea en ella. Estas fotos son maravillosas Many, me gustó mucha la tercera, la calle con el drenaje expuesto por donde corre el agua. Luego esos patiecitos antañones me erizaron la piel. Sabrás por qué. Se humedecen mis recuerdos, pero de manera pasiva, y me dan cierta felicidad al revivir momentos de infancia.
ResponderEliminarPreciosas, preciosas, preciosas.
Besos mi amigo.
PD: al leer "ensayo" pensé que te habías animado a escribir y publicabas tu primer obra =)
La lluvia siempre será símbolo de renovación, de fertilidad, de crecimiento. No sé por qué, pero siempre trae recuerdos de la infancia, aquella etapa de descubrimiento y fantasía. Tal vez está ligada a ese período, pues nosotros estábamos creciendo, desarrollándonos, necesitando agua, en todo sentido.
ResponderEliminarGracias Liz, por tus comentarios.
PD: Por ahora, me quedo con mis "ensayos" fotográficos.