En todo se encuentra belleza. La cuestión es verla, encontrarla. Espacio para lo cotidiano, fotografía, literatura, algo de música, para disfrutarlo despacio. BLOGITUM, ERGO SUM.
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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”
A mi el mar me encanta, las olas, las gaviotas, las rocas, etc. los barcos me llaman la atención pero no tanto. En este sentido tienes los gustos de mi padre, él adora los barcos, veleros, buques y todos esos móviles marinos. Sin embargo no desmerezco tus fotos que me han gustado y que de la mano del título hasta poéticas resultan.
ResponderEliminarAbrazos Many.
Igual a mí, Liz. Nací y crecí cerca del mar, de niño jugaba en la costa, en la playa, en las olas. Me encanta pescar, sentado en una gran roca, mirando el mar azul. No sabes como extraño el mar, que sabe escucharte, que agudiza y enfoca tus reflexiones, acompaña tristezas... que comparte alegrías, dejándote jugar entre sus olas.
ResponderEliminarLos veleros me atraen mucho también, pues representan una paradoja que tiene paralelo en nuestras vidas. No son marinos, sino que son aéreos. Su vida, que es el navegar, se lo deben al viento, que empuja sus grandes alas-velas. Y cuánto menos contacto con el mar tengan, cuanto menos superficie roce las aguas, más rápido y mejor navegan...
Un abrazo.