En todo se encuentra belleza. La cuestión es verla, encontrarla. Espacio para lo cotidiano, fotografía, literatura, algo de música, para disfrutarlo despacio. BLOGITUM, ERGO SUM.
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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”
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Me ha emocionado mucho esta melodía, Many. Qué doloroso es el olvido, mas aún si a fuerza tienes que olvidar... dime Manuel ¿cómo? cómo borrar algo maravilloso de tu mente, alma y corazón sin que duela ¿cómo? es agonía viva que congela hasta la sombra, y cada lágrima que empuja este dolor del fondo del ser, arde, quema, ahoga, consume... No entiendo yo esta parte o juego de la vida, ¿por qué te pone delante lo que luego te obliga a olvidar?
ResponderEliminarLa canción muy linda, gracias por compartirla.
Un beso, querido amigo.
Mi querida Liz,
ResponderEliminarTienes olvidado tu blog de poesía pero no puedes evitar hacer poesía cuando escribes, aunque sea un comentario. Hermosas tus palabras.
¿Cómo borrar algo de tu mente sin que duela? No lo sé, pues el borrar raspa, hiere, duele. El olvido, per se, es doloroso. Duele olvidar, duele ser olvidado. Dolor, olvido, son pasivos y son activos. Hieren y duelen. Pero ambos son parte de la vida. Amar y amargo. Hiel y hielo. Dolo y dolor.