Todo es engañoso. No podemos confiar en nuestros sentidos. Nuestro cerebro trata de interpretar una percepción según los moldes históricos que están en nuestros registros. Viejas impresiones tratando de interpretar las nuevas. Lo que creemos que es un extraño árbol, una rara excrecencia vegetal cambia repentinamente con un simple giro.
Y encaja entonces con la realidad. Los reflejos de por sí son engañosos. Los espejos siempre nos juegan trucos, ilusiones. Es el mundo de la magia. Realidades que pueden engañar según el ángulo en que se mire...
...y así vamos por la vida tomando decisiones, emitiendo juicios, interpretando lo que nos rodea, testificando, dando fe de los hechos, alimentando nuestras emociones, amando, despreciando, negando, aceptando...
Cuan engañosos son esos reflejos que nos proyectan una falsa realidad. Bien lo has dicho, no podemos confiar en nuestros sentidos.
ResponderEliminarMuy interesante entrada Manuelito.
Besos y ¡¡Feliz Bicentenario!!
Liz, nuestros sentidos, nuestras percepciones, son muy engañosas...
ResponderEliminarGracias por tus comentarios y saludos.
Abrazos.