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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”

sábado, julio 24, 2010

Otro patio mexicano




3 comentarios:

  1. Y pensar que las casa modernas tienen patios cada vez más pequeños, qué pena. Tuve la dicha de vivir (vacaciones) en casonas así, antañonas con patios, que parecían sitios, llenos de plantas, árboles y todo un ecosistema de bichitos. Me encantaba cuando viajabamos al occidente a la casa de mis abuelos paternos, en Quetzaltenango, frontera con México, unas de las Ciudades más frías del país. Era una casona inmensa con patio enorme y atrás un gran sitio con árboles frutales, sembradío de café y maíz, recuerdo que con mis primos íbamos a cazar gusanos de fuego y ganaba el que juntaba más gusanos. También disfrutaba, y creo que más, cuando íbamos al oriente, a la casa de mis abuelos maternos, pues allí el clima cálido nos permitía estar hasta altas horas de la noche jugando, y allí nuestra diversión era subirnos hasta 10 primos en una hamaca que mi abuelo tenía en su patio, varias veces la rompimos, y siempre nos la instalaba mi abuelito de nuevo. Allí en Monjas, me encantaba escuchar a los sapitos cantar y a las cigarras hacer ese tremendo ruido, todo era novedad. En la pilona varias veces capturé sapos y los llevaba a la casa para enseñarlos a mis papás, llegaban bien inflados los pobrecitos sapos, pero nunca me lanzaron leche, creo que sabían que no les haría daño. Ahora ambas casonas estás divididas en varias casas, porque mis abuelitos antes de morir heredaron a sus hijos, y con ello se perdió aquella magia, mas no en mi corazón donde guardo como un gran tesoro esos maravillosos días. Gracias Manuelito por traermelos a la memoria hoy, con tu linda foto.

    Un gran abrazo, mi querido vecino.

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  2. ... y en la ciudad, las casas tenían zaguán, patio interior con claraboya, jardín, "fondo" con huertita y árboles, desván, altillo y una enorme azotea donde por las noches podías ver las estrellas...

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  3. aaahh... cierro los ojos y lo veo todo nítidamente, es hermoso y hay tanta paz...

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