EL VASO DE WHISKY
Yo también, amigo, estuve zambullido en ese vaso
persiguiendo los fantasmas retorcidos en el fondo,
hundiendo mis quimeras en gotas de falso dorado
hipnotizado en el espejo de una pantalla chata.
Yo también nadé entre tanta hipocresía on the rocks
ahogándome sin remedio en mis propios vómitos de rabia,
cruzando los dedos para que la negra dama me llevara
antes de terminar desencajado, deshilachado, roto.
Pero al final, en medio de tantas y tantas zambullidas,
pude emerger un día atado como náufrago a la esperanza,
y montado en Rocinante, o en Babieca, saltar la valla negra
galopando sin parar por los campos de la vida nueva.
Atrás quedaron olvidados para siempre los restos del naufragio:
desesperación, ignorancia de mí mismo, suficiencia hueca,
remontando nuevamente la cuesta hacia la utopía,
volando para siempre sobre el vaso de whisky, lleno pero vacío.
Carlos V. Gutiérrez (Uruguay)
Desde el blog del señor Porpetta, llego a este. Me alegra, ya que su contenido me parece interesante. Buen poema. Me alegra que haya levantado el vuelo sobre todo lo que no era digno de ser pisado. Mi cordial saludo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Francisca.
EliminarAbrazos totales.
Sr. Ameneiros llego a su blog a través de mi amigo Carlitos "El Poeta" vía mail. Su poema EXCELENTE, como siempre todo lo que el crea y comparte con sus amigos en forma generosa.
ResponderEliminarSu trabajo está interesante, continúe adelante.
Saludos, desde Montevideo (Uruguay)
Silvia
Muchas gracias por pasar por mi blog. Gracias por tu aliento.
EliminarAbrazos totales.