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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”

viernes, julio 13, 2012

Buscando nuevos horizontes - Looking for new horizons


3 comentarios:

  1. Ojalá fuera así de fácil.
    Bella fotografía Manuel.
    E impresionante la de tu cabecera.

    Saludos.

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    Respuestas
    1. A veces es más fácil de lo que uno cree.
      El problema es que nos cuesta "soltar".
      Parecemos los monos de una narración que leí cuando era un jovencito y me quedó grabado. El caso era una nota donde se explicaba una técnica para cazar monos vivos en África, para venderlos. Se ahuecaba (vaciaba) un coco, se le hacía un agujero por donde fuera posible que pasara la mano del mono en cuestión, toda estiradita, y se lo ataba o colgaba de un árbol mediante una cuerda o alambre. Se lo llenaba de dulces, que le encantaban a los animalitos. Cuando los monos, curiosos, veían y olfateaban lo que les gustaba dentro del coco, introducían su manito, estirándola todo lo que podían y ya dentro del coco agarraban y apretaban con fuerza los dulces, que ya no estarían dispuestos a soltar.
      De esa forma, su puño apretado les impedía sacar la mano del coco, por más que tironeasen, quedando así atrapados, vivos, sujetos por su puño dentro del coco. Algunos hasta quedaban con su muñeca en carne viva, por el roce de los tironeos, pero no soltaban. Luego, pasaban los cazadores, simplemente atrapándolos, cortando la cuerda para meterlos en sus jaulas, y llevarlos al mercado.
      Al coco lo tenían que quebrar, pues los monos seguían aferrados a sus dulces, aterrados, atrapados, enjaulados, pero sin soltar lo que tanto les agradaba.
      ¿Verdad que aplica a nosotros y a "nuestros dulces" a lo largo de la vida que nos toca?
      Abrazos totales.

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  2. Terrible historia esta de los monos.Y sí,en cierto sentido nos la podemos aplicar.Nos cuesta soltar,cierto.Tal vez porque solo hay una vida y el miedo a no conseguir de nuevo lo que tenemos acumulado por los años nos paralice y preferimos conservarlo aunque para ello renunciemos a la libertad y a la felicidad.

    Gracias por la historia,me ha impresionado y me ha hecho pensar.

    Saludos cordiales.

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