En todo se encuentra belleza. La cuestión es verla, encontrarla. Espacio para lo cotidiano, fotografía, literatura, algo de música, para disfrutarlo despacio. BLOGITUM, ERGO SUM.
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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”
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jueves, febrero 17, 2011
La Amistad según Facebook - Friendship defined by Facebook
¿Por qué Aristóteles no acepta mi solicitud de Amistad en mi Facebook?
¿Los contactos de Aristóteles en su Facebook serían realmente sus amigos?
Estoy mirando los 128 contactos que tengo en mi cuenta de Facebook. Cada uno tiene una particular relación conmigo de una u otra forma. Algunos los llevo en el corazón y a otros los conozco sólo de haber hablado con ellos un par de horas en alguna reunión hace unos meses. A otros no los he visto en los últimos diez años. De acuerdo a Facebook todos son “amigos”. (Estoy esperando que llegue el día en que un sitio de contactos de Internet me envíe una solicitud para ser “enemigo”.)
Observando mejor, veo que el término “amigo” se ha convertido en algo ambiguo y poco claro. ¿Cómo es posible que todas estas personas sean amigos míos? Ni siquiera tengo tiempo para contactar tanta gente. Además, no todos me contestan cuando trato de contactarlos. Más aún, sumado a los mensajes triviales donde cuentan que está pasando por sus mentes -–incluso detalles íntimos (nadie me ha comentado todavía su cambio de sexo, por ahora)-- recibo invitaciones para unirme a juegos virtuales, a formar parte de diferentes grupos de “fans”, preguntas de diversos temas, etc. Este tipo de cosas se envían entre “amigos”. Qué honrado me siento por ser invitado a participar en la “Guerra de la Mafia”. Incluso alguien me sugirió que debería tener una granja, a pesar de que no me interesa ordeñar vacas ni cultivar cereales. Me siento muy afortunado cada vez que la página en cuestión me dice quién puede ser un amigo cercano, basándose en mis respuestas a una trivia de cine. ¡Facebook, mi pequeño Oráculo de Delfi!
Aún cuando fuese factible mantener contacto con tanta gente, no creo que la palabra “amigo” sea la más adecuada. Si no somos cuidadosos, éstos sistemas pueden hacer de las relaciones algo superficial. Da la impresión que existen por algún propósito de placer y utilidad, no por amistad. Todos estos contactos virtuales nunca me ayudaron en mis momentos problemáticos o de inseguridad.
En su “Ética nicomáquea”, Libro VIII (350 A.C.) Aristóteles sostiene que existen tres clases de amistad:
1. Amistad por interés. La relación dura mientras sirva para ciertos propósitos. Cuando ésta persona deja de tener utilidad ya no hay motivo para continuar la relación. Yo sólo veo a mi peluquero para un corte de cabello. No lo invito a tomar café latte o té verde ni a comentar la última película de Tarantino.
2. Amistad para ratos libres o para diversión. Ésta relación se da cuando hay cosas en común. Se obtiene diversión de la mutua compañía. Por lo tanto, además de utilidad, se busca compañía para divertirse o entretenerse juntos. Si se producen fricciones, entonces se acaba la relación. No tengo intenciones de socializar con alguien que me cuenta la extirpación de sus verrugas o hemorroides. Sin embargo, si esa persona puede hablar amenamente de Tarantino, filosofía o algún otro tema de mi interés, entonces soy todo oídos.
3. Amistad por su propio gusto. Considerada por Aristóteles como la forma más alta de amistad. No se busca beneficio ni recreación, simplemente se acepta la persona como es –aceptando todos los aspectos de la persona a como dé lugar, porque se quiere mantener esa amistad, porque se la aprecia mucho.
Aristóteles decía que este tercer tipo de amistad es el más difícil de conseguir, pero es el más duradero. Las dos primeras clases de amistad son las más comunes, por lo tanto se desvanecen rápidamente cuando nuestras necesidades o intereses cambian.
Las amistades de Facebook se enfocan mucho en utilidad y diversión. Claramente los contactos de “juegos e intereses” están basados en diversión. Y cuando se tienen cientos de contactos (incluyendo aquellos que deseamos enviar a otra galaxia lejana), esos contactos pueden tener ciertas formas de utilidad, como por ejemplo, mostrar que somos populares o buscamos contactar a otras personas de nuestro interés a través de nuestros contactos, o queremos mostrar nuestras habilidades, etc.
Mis verdaderos amigos no son aquéllos con similares resultados en una trivia de cine o los que me han enviado una invitación para unirme a sus clubs de fans de algo, sino que son aquéllos en quien confío y cuento con ellos cuando necesito ayuda, los cuales a su vez confían en mí y saben que también cuentan conmigo. Con un amigo de verdad se tiene historia. No sólo compartimos ideas, sino que sacamos lo mejor uno del otro y de nosotros mismos. Somos el uno para el otro, nos contamos confidencias íntimas que no compartimos con nadie más. Invertimos nuestra vida oyéndonos, cuidándonos, compartiendo y dando. El equipo de pinceles de caligrafía China que me trajo mi amigo de su viaje a aquél país significa más para mí que cualquier regalo virtual que me pueda dar cualquier otro. Tiene que haber utilidad y diversión en la más alta amistad también, pero esto llega gracias a la permanencia de nuestra relación. Por lo tanto, a través de la sabiduría de Aristóteles, veo a facebook como un accesorio y no como un sustituto de la amistad.
Artículo de Alan Rolle de la revista “Philosophy Now” (Anja Publications)
(Allan Rolle es un artista freelance)
Nota: Traducción libre por el autor del blog.
"Philosophy Now" es una excelente revista a la cual estoy suscripto via Amazon.
La recomiendo ampliamente.
Why Doesn’t Aristotle Accept My Facebook Friendship Request?
Would Aristotle’s Facebook contacts really be his friends?
I am looking through the 128 contacts I have in my Facebook account. Each has a particular relation to me somehow or other. Some I hold dear to my heart, and others I haven’t spoken to for more than two hours at a party months ago. I have not spoken with some of them for over a decade. According to Facebook, they are all ‘friends’. (I await the day a contact website sends me an ‘enemy’ or ‘arch nemesis’ request.)
Yet looking closer, I notice that the term ‘friend’ has become ambiguous and unclear. How can I define all these people as friends? I do not have time to even contact so many people. There is also the matter that not everyone responds to my attempting to contact them. Looking even closer, besides the trivial messages where people mention what’s on their minds – which could be an intimate detail about themselves (no mention of sex changes yet) – there are virtual games, fan groups for whatever you desire, quizzes of all kinds, etc. All these things you can send to your ‘friends’. How honored am I for getting various invitations to join Mafia Wars. Somebody even suggested I should start a farm, even though I have no aspiration to milk a cow or to harvest crops. I am fortunate enough to be told who should be my closest friends on the basis of my movie quiz results. Facebook, my little Oracle of Delphi!
Yet despite being able to maintain contact with so many people, I do not think the term ‘friend’ is the most appropriate. If one is not careful, these systems could make contact superficial. They seem to be there for leisure and utility, and not for friendship itself. All these virtual contacts never were there to help me during times of emotional upheaval and insecurity.
In his Nicomachean Ethics, Book VIII (350 BC), Aristotle claims that there are three types of friendship:
1. Friendships of utility. You relate to a person as long as that person serves a purpose. When that person ceases to serve a purpose you have no reason to remain in contact with them. I will only see my hairdresser for a trim. I am not inviting him for lattés or green tea, or to discuss the latest Tarantino film.
2. Friendship for leisure or amusement. You relate to a person because you have things in common. You gain pleasure from each other’s company. Thus besides utility, you seek each other’s company because you get some entertainment from one another. If that starts to sour, you are likely to distant yourselves. I certainly would have no intention of socialising with someone who’s going to discuss the removal of warts or haemorrhoids. However if that person can talk stimulatingly about Tarantino, philosophy, or anything that I relate to, then I am all ears.
3. Friendship for its own sake. This is considered by Aristotle to be the highest form of friendship. You are not seeking utility or recreation, you just accept that person’s nature – meaning that you accept all aspects of that person no matter what, because you want to maintain your friendship, as you think so well of them.
Aristotle said the third type of friendship is the hardest type to establish, but also the type that lasts longest. The first two types are more common, yet they fizzle out very quickly as our needs and interests change.
Facebook friendship focuses very much on amusement and utility. Clearly the ‘games and interests’ contacts are based on amusement. And when you maintain loads of contacts (even with those you’d love to sent to another galaxy), the contacts often become a form of utility, because for example you want to be seen as popular, or perhaps you want to contact someone else through them, or display your art or writing to them, etc.
My closest friends are not the people who have similar results in a movie quiz to me, or who have sent me a fan-based group request, but the people I can trust and depend on when I need help, and who trust me to do likewise for them. With a real friend, you have a history. Not only do you share ideas, but you challenge each others’ idiosyncrasies and bring out each other’s potential. You are there for one another, and disclose personal details to each other that you do not share with others. You invest your life through listening, caring, sharing and giving. The set of Chinese calligraphy brushes given to me after my friend’s trip to China has more meaning and intimacy to me than any virtual gift given by and to various random people. There may be utility and amusement in the highest friendship too, but that comes through maintaining the relationship. So using the wisdom of Aristotle, I see Facebook as an accessory to, and not a replacement for, friendship.
Alan Rolle’s article from “Philosophy Now” (Anja Publications)
(Allan Rolle is a freelance artist)
Note: "Philosophy Now" is an excellent magazine which I receive via Amazon.
I fully recommend it.
martes, febrero 15, 2011
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