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“Para mí ya está atardeciendo y sé casi con certeza que voy a durar poco ya; por tanto tengo que decir a Cristo, que pasa por la vida de todo hombre disfrazado de pasajero y haciéndose el apurado, como los discípulos de Emmaús: “Quédate conmigo, Señor, porque ya anochece”.”
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Pasaje de: Castellani, Leonardo. “Psicología Humana.”

domingo, marzo 28, 2010

Adiós a unos viejos amigos

¡Cómo quería a mis zapatos viejos! Eran cómodos, no molestaban, no me hacían saber ni siquiera que existían, nunca se quejaban, todo lo aguantaban: caminos secos, de piedras, lluvia, sol. Con los años, se adaptaron a mí como sólo un perro fiel sabe hacer. ¡Eran mis preferidos! Cuántos caminos, cuantos paisajes, cuántos días tristes y otros alegres, han recorrido conmigo, en silencio. Y sin embargo, un buen día, simplemente porque estaban muy gastados, sin honores, sin despedidas, sin fiestas, los puse en el bote de la basura. Hoy tiré mis zapatos viejos...




4 comentarios:

  1. No los puedo tirar !!!Se ven terribles y se sienten maravillosos.

    Debería plasmarlos en un lienzo.

    Mi saludo desde Argentina.Liliana

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  2. ¿Verdad que es una decisión difícil?

    Un abrazo desde México, gracias por comunicarte.

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  3. ¡Hola Manuelito! ando de nuevo viendo tu blog y me topé con este post de los zapatos viejos, ay cuánta razón tenés, cómo nos gustan por cómodos los zapatos gastaditos y cuánta pena nos da cuando los tiramos a la basura.

    Bonita foto.
    Me alegra volver a tu espacio.
    Un fuerte abrazo.

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